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Flora y fauna mexicana: el reto de proteger el patrimonio

Flora y fauna


Sin duda, México es uno de los países más privilegiados del mundo en cuestión de naturaleza

Brisa Pantaleón

Environmental Specialist de Enel Green Power

Al interior de sus fronteras existe una variedad de relieves lo que hace que se presente cualquier cantidad de ecosistemas, que van desde las lagunas costeras y manglares en nuestros litorales, los desiertos y matorrales en el norte del país hasta los bosques templados, y de neblina del centro y las exuberantes selvas del sureste.

Es esta gran combinación la que permite a nuestro territorio ser considerado dentro de la categoría de “país megadiverso”, una valoración, avalada por organismos como el World Wildlife Fund, que obtuvo derivado de su endemismo en especies de plantas vasculares (más de 5,000), y por la gran diversidad de especies de flora y fauna que aquí radica.

Pocos pueden jactarse de entrar dentro de esta jerarquía. Apenas 17 países, entre los que se encuentran Colombia, Perú, Brasil, Ecuador, Estados Unidos, Madagascar, China, India y Venezuela, pertenecen a ella. En estos 17 países, se alberga más del 70% de la diversidad de especies del planeta.

Son muchas las fortalezas de México, destacando que, al interior del territorio, están presentes un importante número de especies de plantas vasculares (hasta 24,424), mamíferos (564), aves (hasta 1,150), reptiles (864) y anfibios (376).

Además, nuestro país es uno de los únicos tres territorios del mundo que cuenta con litorales tanto en el Océano Atlántico como en el Pacífico; lo que amplía, considerablemente, la presencia de flora y fauna en las franjas cercanas.

Así como existe una gran diversidad en el planeta, es una realidad que en las últimas dos décadas se han extinguido 581 especies a nivel mundial. Solo en México se han extinto 49 especies en el medio silvestre.

Lo anterior son datos que debemos tener presentes justo en el marco del Día Mundial de la Diversidad Biológica y que enmarca la importancia que tiene trabajar en el cuidado de la naturaleza mexicana.

Vale la pena destacar que este es un tema vital, sobre todo si se toma en cuenta que mantener el resguardo de la flora y fauna también influye en la salud de los seres humanos, al tener una correlación directa con la posible aparición de nuevas enfermedades transmisibles.

Es por ello, y muchas otras razones más, que es crucial que todos los mexicanos nos preocupemos por realizar acciones que deriven en el mantenimiento de la vida natural, evitando que lleguen a desaparecer animales o plantas presentes en nuestro territorio.

En este sentido, es importante destacar el peso que tienen las empresas en el cuidado de la naturaleza, siendo también responsables en el establecimiento de medidas que se encarguen de proteger su desarrollo.

Fue precisamente por esta razón por la que Enel México se decidió a crear políticas que aportaran al cuidado no solo del medioambiente, en general, sino de cada una de las especies que viven al interior de él.

Así fue justamente como nació el Modelo de Sitio de Construcción Sostenible, un proceso que tiene como objetivo principal el utilizar las mejores prácticas que tiene la compañía, a nivel global, para avanzar en la edificación y mantenimiento de nuevas instalaciones.

Entre las actividades que se realizan están el analizar cuidadosamente el impacto natural que se podría tener en el lugar de la construcción o realizar monitoreos constantes para vigilar el bienestar de animales en la zona.

Para Grupo Enel, la construcción de una planta no es simplemente montar los equipos aerogeneradores o paneles solares, sino que nuestra filosofía radica en instaurar un tejido social capaz de generar valor por sí mismo; en el que el cuidado del planeta, que es nuestro principal stakeholder, es nuestra prioridad.

Nos regimos por una brújula de sostenibilidad que nos compromete a realizar medidas de compensación que cada sitio requiere. En este sentido, la reubicación de la flora y la fauna forma parte de un ejemplo de esto, ya que busca no interrumpir los ciclos biológicos de las especies.

En el caso de la fauna, utilizamos diversas metodologías e instrumentos adecuados para trasladarlos a un área de resguardo. Posteriormente, los liberamos en un sitio previamente analizado, que cuente con las características ambientales similares del territorio en el que fueron recolectados.

Después, nos encargamos de desarrollar una bitácora donde llevamos el registro de las coordenadas geográficas de donde se rescataron, su estado general y en dónde se liberaron. Esto con la intención de monitorearlos adecuadamente y garantizar su supervivencia.

En el cuidado de la flora, tenemos la responsabilidad de cumplir con el mínimo de 85% de sobrevivencia de flora, pero podemos decir orgullosamente que rebasamos este porcentaje de sobrevivencia. El seguimiento se realiza mediante el etiquetado de cada uno de los individuos rescatados, reubicados para garantizar que cumplimos con los parámetros gubernamentales solicitados.

La meta es integrar, sistemáticamente, la sostenibilidad en cada una de las construcciones de la empresa, priorizando la protección de cada uno de los elementos que integran al ecosistema presente.

Cada una de estas acciones hace patente el interés claro y certero que tiene Enel México por ser un actor en este proceso, entendiendo su responsabilidad alrededor de la naturaleza. A final de cuentas, lo que buscamos es transformar el mundo y procurar siempre su riqueza. Y sabemos que, desde nuestro expertise, innovación y conocimiento, lo estamos logrando.

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