El 12 de diciembre es sin duda una fecha simbólica y muy significativa para los católicos de México y otros lugares. El sincretismo religioso nacional permite que la veneración a la Virgen de Guadalupe se convierta además, en una verbena popular

Y como toda fiesta, trae las consabidas consecuencias cuando la algarabía se descontrola: toneladas de basura, alteración del orden y nerviosismos entre las mascotas, como los perros, por su sensibilidad a la pirotecnia, son parte de los efectos que deja esta tradicional celebración.

Sin embargo, quizá aún muchos no lo sepan, pero la detonación de cohetes y demás fuegos artificiales para demostrar ánimo está prohibida en la Ciudad de México.

Lanzar pirotecnia genera infracción

De acuerdo con Ley de Cultura Cívica de la capital, en su artículo 28, indica que “detonar o encender cohetes, juegos pirotécnicos, fogatas o elevar aeróstatos sin permiso de la autoridad competente” representa una infracción contra la seguridad ciudadana.

Las sanciones por detonar pirotecnia son:

21 a 30 Unidades de Medida y Actualización (UMA’s). Cada UMA equivale a 96.22 pesos, es decir, de 2 mil 20 a 2 mil 886 pesos.
De no pagar la multa, la sanción es un arresto de 25 a 36 horas o trabajo comunitario de 12 a 18 horas.
Estas disposiciones, además de aplicar para el Día de la Virgen de Guadalupe, están vigentes para Navidad y Año Nuevo.

Por su parte la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) señala que detonar cohetes propicia el incremento de partículas contaminantes PM10 y PM2.5, que son responsables de las contingencias ambientales.

Basura, mucha basura

De acuerdo con fuentes periodísticas, la celebración de la  Virgen de Guadalupe reúne entre el 11 el 12 de diciembre en la Basílica de la Ciudad de México a más de 10 millones de personas. Esto se traduce en toneladas de basura en calles, dormitorios, explanadas, templos y demás. Unos 9.5 kilogramos por persona, estiman las autoridades de la alcaldía Gustavo A. Madero.

Estas inmensas cantidades de basura acarrean problemas ambientales que dañan el suelo, afectan el aire y agua. Sobre todo por que se desechan productos o envases no renovables, que, sin un adecuado tratamiento, tardan cientos de años en degradarse.

Según voceros de la alcaldía ya citada, un nutrido grupo de personal de limpia se alista para recolectar 1,000 toneladas de residuos sólidos, el doble que en 2021.

Mascotas, afectadas indirectamente

Otro de los inconvenientes que trae consigo esta celebración religiosa, es el que se relaciona con los daños que se generan a los animales, en especial a los perros. Por su sensibilidad auditiva, los canes se sienten alterados e irritados por los sonidos fuertes, como los producidos por truenos de lluvia, motores de auto y desde luego, los de petardos, cohetes y demás explosivos.

Por otro lado, la Asociación Mexicana de los Derechos de los Animales, reporta que años tras años recoge a  cientos de perros que son encontrados deshidratados, insolados y con las patas lastimadas. Se trata de animales que son olvidados o incluso abandonados por sus dueños aprovechando que pueden dejarlos en medio de la gente.

La invitación que hacen las organizaciones civiles y las autoridades, es a que las manifestaciones religiosas empiecen a tener el componente de la conciencia cívica por el bienestar de los visitantes y los habitantes de la CDMX.

TE PUEDE INTERESAR♦ Liderazgo sostenible: el futuro de las empresas