Se están aprobando leyes para promover un impuesto a envases de la industria alimentaria, ya que representan el 28% del total de residuos generados en Estados Unidos, según cifras de 2018 de la Agencia de Protección Ambiental (EPA)

El plástico en particular se ha convertido en un pararrayos para los activistas ambientales debido a su dificultad para ser reciclado y su aumento exponencial proyectado.

Según la EPA, se prevé que para 2040 la producción de plástico se duplicará y se triplicará la contaminación plástica que ingresa al océano. Y para mediados de siglo, la producción de plástico representará al menos el 10% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que en 2019 se utilizaron 37.3 millones de toneladas de plástico en envases de alimentos en todo el mundo.

Debido a las presiones de los consumidores, muchas empresas de bienes de consumo envasados han asumido compromisos con el plástico y los envases: planes para reducir la huella de sus envases.

En agosto, Kraft Heinz anunció el objetivo de reducir el plástico virgen en 20% para 2030. PepsiCo se ha fijado el objetivo de reducir el plástico virgen absoluto procedente de fuentes no renovables en 20% para 2025. La empresa también se está expandiendo más allá del plástico, centrándose en el diseño. El 10% de los envases serán reciclables, compostables, biodegradables o reutilizables para 2025. Danone tiene el audaz objetivo de que sus envases sean 100% circulares y bajos en carbono, pero no pone límite de tiempo a ese objetivo.

Las empresas de alimentos todavía están luchando por alcanzar los objetivos de reciclaje que se fijaron. Coca-Cola aspiraba a que el 25% de sus botellas estuvieran hechas de plástico reciclado, pero en 2020 solo llegó al 10%. Mars se comprometió a que el 30% de los envases estuvieran hechos de plástico reciclado para 2025. Para 2020, todavía estaba en 0. Pronto, las empresas de alimentos podrían tener un nuevo incentivo adicional más allá de la presión de los consumidores. Lo que obligaría a la conversación y la presión sobre envases y plásticos para cumplir estos objetivos.

¿Qué es la EPR?

La responsabilidad del productor (EPR) coloca la carga de recolectar un producto al final de su vida útil en la empresa que lo creó. Durante años han existido leyes EPR para productos como baterías, productos electrónicos, colchones y aceite de motor. Pero el embalaje EPR es un juego de pelota completamente nuevo.

“El reciclaje de envases afecta la vida de todos, todos los días”, afirmó Andriana Kontovrakis, directora de servicios de cumplimiento de Reverse Logistics Group.

“Todos los días se consumen productos que tienen empaques. Por lo tanto, afectan el flujo de desechos o el flujo de reciclaje. Y la forma en que se recolectan se considera un servicio esencial para la mayoría de los gobiernos locales”, agrega Andriana.

Regulaciones EPR en 4 estados

Hasta ahora se han aprobado leyes EPR para embalajes en cuatro estados: Maine, Oregón, Colorado y California. Alrededor de una docena más introducirán legislación este año.

Según Olivia Barker, portavoz de Circular Action Alliance, una diferencia clave entre las leyes EPR para envases y EPR para otros productos es que la recolección de envases se realizará principalmente mediante la ampliación de los procesos tradicionales en las aceras. Otras leyes EPR, como las de colchones y productos electrónicos, han encargado a las marcas y tiendas crear ellos mismos puntos de entrega en las tiendas u otros métodos de recolección.

El EPR para envases funcionará como un impuesto, donde las empresas pagan una tarifa por la cantidad y el tipo de envases que traen a un estado. Y ese dinero luego se reasigna a la infraestructura de reciclaje existente para aumentar las tasas de reciclaje de todos los envases.

Los cambios y mejoras podrían incluir agregar servicio en la acera a las residencias multifamiliares. Ello aumentaría la cantidad de rutas y contenedores, mejoraría la recolección y clasificación en los depósitos de reciclaje. Sin embargo, requeriría un aumento en contenedores, equipos, mano de obra y tierra, hasta la construcción de nuevos instalaciones de reciclaje.

¿Qué son las PRO?

El objetivo es alentar a las empresas a ser más reflexivas, innovadoras y eficientes con sus envases. Al mismo tiempo, apoyar una mayor recolección y reciclaje. Las estructuras de tarifas están siendo desarrolladas por grupos intersectoriales llamados organizaciones de responsabilidad del productor (PRO). La Circular Action Alliance es la PRO en Colorado, con miembros que incluyen a Unilever, PepsiCo y L’Oreal; mientras que Reverse Logistics Group ha solicitado ser la PRO en Oregon. Una vez que se comiencen a cobrar las cuotas, el PRO también será el encargado de distribuir el dinero.

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