El impacto de las donaciones en mascotas abandonadas

Donaciones de alimento y programas educativos de Royal Canin transforman la vida de mascotas abandonadas, quienes se encuentran en refugios de México. Apoya su bienestar y promueve la tenencia responsable mientras inspiran a futuros adoptantes

En Morelia, Michoacán, un pequeño perro mestizo llamado Peludo y un intrépido gato llamado Murciélago son testimonio vivo del impacto de las donaciones en centros de adopción. Rescatados de situaciones críticas, ahora disfrutan de un entorno amoroso en Amor para todos, una asociación que recibe apoyo alimenticio de Royal Canin.

“El alimento que reciben las instituciones que pertenecen a nuestro programa de donaciones representa entre el 60 y el 80 por ciento de sus gastos mensuales”, asegura Mariana Mora, encargada del programa de donaciones en Royal Canin México. Este apoyo resulta crucial, dado el aumento de mascotas abandonadas y el consecuente desafío financiero que enfrentan los refugios.

Actualmente, el programa beneficia a diez centros de adopción

Y cuatro instituciones dedicadas al entrenamiento de perros de trabajo, como Brec-K9 y la Brigada de Perros de Búsqueda y Rescate de la UNAM. Estas asociaciones, seleccionadas rigurosamente, deben demostrar su compromiso con el bienestar animal y la promoción de la tenencia responsable.

Además de donar alimento, Royal Canin y otras marcas de Mars promueven la profesionalización de las asociaciones a través del taller Academia-Albergues, que incluye módulos sobre nutrición, conducta animal, primeros auxilios caninos y manejo emocional. “Queremos asegurarnos de que las familias adoptantes y las asociaciones tengan las herramientas informativas necesarias para una tenencia basada en el bienestar animal”, explica Mariana.

Con iniciativas educativas y un enfoque en la sostenibilidad, estas acciones no solo mejoran la calidad de vida de los animales rescatados, sino que también inspiran a futuros adoptantes a darle un hogar a las mascotas abandonadas. Peludo y Murciélago, mientras esperan su hogar definitivo, disfrutan de un ambiente cuidado que refuerza su bienestar.

“Cada vez que donamos, estamos invirtiendo en un futuro mejor para estos animales”, concluye Mariana. La labor de las donaciones no solo deja una huella positiva en la vida de los animales, sino que también fomenta comunidades más conscientes y solidarias.

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