¿No sabes la manera en la que se hace el pulque? Te lo vamos a compartir
El pulque es una de las bebidas mexicanas por excelencia y es que desde tiempos prehispánicos ha acompañado a nuestros antepasados a la mesa y a las reuniones sociales
La manera en la que es hecho y la que se consume son dos marcas de México y por este motivo, te vamos a contar la manera en la que se realiza para la degustación de quienes lo gozan.
El pulque es un líquido fermentado que se obtiene del aguamiel que se extrae del maguey. Esta es una planta que se puede encontrar en varias regiones de nuestra nación.
Es un líquido similar a la leche, pero agrio y con una consistencia viscosa que se queda tanto en la boca, como en el paladar. Se consume fresco de unos contenedores y cuenta con poco alcohol, pero con un alto valor nutricional como los probióticos, acorde a la publicación México Desconocido.
Para la elaboración del pulque es fundamental cuidar el maguey durante algunos años antes de que esté lista la cosecha. El proceso sigue con el raspado del corazón del maguey y una vez que queda como una piña, se raspa más para crear una cavidad llenada con aguamiel que se recolecta a diario y se almacena en recipientes.
Una vez lo anterior, inicia el proceso de fermentación o el corazón de todo el procedimiento. El aguamiel se coloca en tinas y los microorganismos inician con la fermentación del líquido.
El proceso mencionado puede durar varios días, acorde a la temperatura y de esta manera, la fermentación transforma al aguamiel en dicha bebida.
Historia prehispánica del pulque y sus raíces mexicanas
Como ya lo dijimos, el pulque cuenta con sus raíces en la época prehispánica y era consumido en las ceremonias religiosas. Asimismo, se reservaba para algunos miembros de la sociedad como los sacerdotes y los nobles.
No se conoce a ciencia cierta el origen del término con el que se conoce ni la fecha en la que se creó. Sin embargo, se sabe que esta bebida era consumida en la época del imperio mexica por las clases más altas.
El pulque era bebido por los reyes, sacerdotes, guerreros y gobernantes, o sea, por las personas de mayor relevancia en la sociedad mexica. Todo esto contrasta con la actualidad en la que es considerada como una bebida social. Esta une a la clase media en una pulquería donde también se puede comer platillos sencillos. También se pueden degustar botanas al ritmo de la música de la rocola.
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