Cinco beneficios que tienen las empresas sostenibles
Conoce los frutos que puede llegar a tener tu negocio al convertirse en una organización sostenible
El desarrollo sostenible cada vez cobra mayor fuerza en el ámbito empresarial. Ahora son más las organizaciones que apuestan por un modelo de empresa sostenible al implementar prácticas en diferentes áreas y niveles que contribuyen a la protección de medio ambiente.
Una empresa sostenible es aquella que, además de fabricar productos con materiales reciclados, busca que todas sus actividades cumplan con las normas de sostenibilidad.
Esto quiere decir que, dentro de su ciclo de producción, almacenamiento, venta y eliminación, se toman en cuenta procesos eficientes que no generan residuos contaminantes y revierte el deterioro del medio ambiente.
Asimismo, se logra beneficiar a los ecosistemas que las rodean y adoptar una estructura de proceso sostenibles también tiene beneficios para la propia compañía.
Aquí te compartimos los cinco beneficios principales:
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Agrega un valor competitivo
El mercado se inclina cada vez más hacia una oferta de servicios y productos que no solo satisfacen la necesidad principal de los consumidores, sino también los ayudan a contribuir con el medio ambiente.
Una empresa sostenible que ofrece el mismo producto que una tradicional, tendrá una gran ventaja al ser más atractiva para los clientes.
Este cambio, en la perspectiva, proviene de las consecuencias ambientales que la sociedad ha ido enfrentando.
La mayoría de las personas buscan aportar al medio ambiente. Sin embargo, no todos tienen al alcance herramientas o conocimientos para cuidarlo.
Consumir productos de una empresa sostenible se convierte en un medio para contribuir al planeta sin hacer un gran esfuerzo. Es tal su valor, que los consumidores están dispuestos a pagar más por este tipo de productos.
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Atrae nuevos consumidores
La mitad de la población mexicana económicamente activa, que va de los 15 a 64 años, con capacidad de consumir, pertenece a las generaciones conocidas como millennials y centennials.
Lo interesante es que poco a poco estos consumidores van tomando protagonismo en los mercados y, como sabemos, la preocupación frente al Cambio Climático es una de sus principales características.
Las empresas sostenibles serán la principal elección de estas nuevas generaciones y muy probablemente de las subsecuentes.
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Ayuda a reducir costos
Implementar medidas sostenibles en los procesos de una empresa inevitablemente generará una reducción de costos a mediano o largo plazo. La reutilización de recursos hasta la eliminación de desechos minimiza los gastos.
El factor de la digitalización, además de suprimir los costos del consumo de papel y de almacenamiento, promueve procesos más eficientes que generan más rápidamente ingresos.
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Mejora el clima laboral
Al tener los valores de una organización claros, se puede establecer un marco de referencia saludable para quienes trabajan ahí.
Incluir una política de sostenibilidad no solo atraerá talento con una conciencia ambiental, también generará una identidad en quienes ya laboran en esta.
Tener una meta positiva en común, implica desarrollar un sentido de equipo: somos “nosotros” contra el problema.
Es importante mencionar que para que cualquier valor sea verdaderamente permeado en la cultura de una empresa, este debe incluir metodologías y procesos definidos que lo fomenten en las actividades diarias de esta.
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Genera confianza
Ser una empresa sostenible trae consigo significados implícitos. Cuando un cliente consume un producto verde, consciente o inconscientemente, considera que quien lo produjo tiene una visión positiva y humana.
Probablemente asume que tendrá un mejor servicio que en una empresa tradicional y que la calidad de este producto también será mejor.
Ser sostenible no es tarea fácil, requiere de innovación y contar con un buen modelo de negocio que lo permita. Estas cualidades se vuelven atractivas tanto para consumidores como para futuros y actuales inversores.
Estas percepciones, en conjunto, proyectan confianza a todos sus públicos, un componente clave para el crecimiento de una empresa.
