Exceso de concesiones de explotación de agua incrementa escasez
En México se han realizado grandes obras hidráulicas, sin embargo, han tenido un impacto negativo en el medioambiente, debido a un excesivo otorgamiento de concesiones de explotación de agua, con respecto a su disponibilidad media anual
Por: Agustín Breña Naranjo
Durante décadas, las regiones centro y norte de la República Mexicana han apalancado una buena parte de su crecimiento poblacional y económico mediante la construcción de grandes obras hidráulicas. Las cuales han permitido crear, entre otros, algunas de las zonas de riego más productivas del mundo. Además de núcleos urbanos-industriales altamente competitivos en todo el continente americano, así como la región fronteriza más dinámica del mundo.
No obstante, los costos hídrico-ambientales de este crecimiento han sido desmedidos en algunos casos. En los últimos años, se han registrado declives importantes en la disponibilidad hídrica a nivel nacional, siendo justamente la zona centro-norte del país, aquella que ha sido la más impactada.
Sobreexplotación hídrica
La evidencia recabada por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) concuerda con datos oficiales sobre la situación de la disponibilidad hídrica en cuencas y acuíferos de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). A partir de ahí se ven claramente las condiciones de sobreexplotación de las aguas subterráneas, así como un otorgamiento excesivo de títulos de concesión de agua superficial, con respecto a su disponibilidad media anual. Ambas condiciones han provocado el alto grado de estrés hídrico que prevalece en las regiones hidrológico-administrativas de estas zonas del país.
Una de las principales causas de dicha situación ha sido la falta de un ordenamiento hídrico-territorial. En donde se ha permitido el establecimiento de todo tipo de actividades en zonas donde la disponibilidad hídrica es precaria o hasta deficitaria. Incluyendo aquellas que requieren grandes cantidades de agua, también conocidas con “hidro-intensivas”.
Los avances tecnológicos de los últimos años han logrado incrementar de manera sustancial la eficiencia del uso de agua para los principales usos consuntivos. Por ejemplo, en la agricultura, la industria yen espacios público-urbanos. No obstante, en la mayoría de países incluyendo México, no ha sido posible estabilizar el consumo de agua con notables excepciones.
Transparentar impactos hídricos
Debido a esto, y con el objetivo de evitar situaciones extremas como las que hemos visto este año (Europa, Uruguay) es necesario empezar a implementar acciones en territorio con el objetivo de preservar, conservar y proteger nuestras aguas nacionales para garantizar el derecho humano al agua y al medioambiente sano.
Un primer paso para lograrlo consiste en proponer una clasificación de impactos que considere el consumo en la cadena de valor, la huella hídrica y el riesgo de contaminación por la industria y la agricultura. Esta línea de acción concuerda con iniciativas globales enfocadas en transparentar los impactos hídricos generados por las actividades económicas. Principalmente aquellas relacionadas con la industria a través de sus operaciones, cadenas de suministro y uso del producto.
Tres caminos
Esta herramienta que será creada por el IMTA, integra 3 perspectivas fundamentales que han sido ignoradas hasta el momento.
Seguridad nacional
Bajo esta perspectiva, es fundamental considerar el concepto de comercio virtual de agua, que define el volumen de agua utilizado en la producción de bienes, productos y servicios que pueden ser consumidos en cualquier parte del mundo. Por esta razón, se requiere un análisis del flujo de agua virtual en regiones con alto estrés hídrico. El cual también incorpore un análisis de impactos hídricos locales.
Sustentabilidad hídrica
Estudios muy recientes indican que es muy deseable que las grandes empresas trasnacionales justifiquen sus inversiones, utilizando un lente de sustentabilidad hídrica.
Esto es, a través del empleo de criterios que garanticen el uso justo y eficiente del agua. Usando para ello: 1) la sustentabilidad ambiental del proyecto, a través de la cuantificación de la huella hídrica por cuenca; 2) equidad social, estableciendo la distribución equitativa de la huella hídrica por comunidad; y 3) eficiencia, definiendo la huella hídrica base de este producto para asegurarnos que se esté haciendo un buen uso del agua.
Modificar la NMX-011
Incertidumbre asociada a los estudios de disponibilidad usados para definir concesiones. Los estudios de disponibilidad hídrica en México tienen asociada una gran cantidad de incertidumbre porque tienen su base en métodos y relaciones empíricas que dan lugar a un gran margen de error. Con el propósito de reducirla, es necesario modificar la NMX-011-CONAGUA-2015. De tal suerte que se incorporen criterios y métodos modernos que tengan su base en conocimientos modernos.
Además, en zonas con un alto estrés hídrico, es vital que la CONAGUA genere capacidad para dar seguimiento a los volúmenes de agua que se han concedido, sobre todo a los grandes consumidores.
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