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El turismo es sostenible bajo el agua en Italia

Talamone


El pueblo de Talamone, en la costa de la Toscana, acoge un museo submarino que se ha convertido en un reclamo para preservar el ecosistema marino dañado por la pesca ilegal

La Toscana es famosa por sus museos. En la Galería Uffizi, de Florencia, se pueden admirar obras maestras como el Nacimiento de Venus de Botticelli; además de la Galería de la Academia que custodia el David de Miguel Ángel.

También hay un museo menos famoso y oculto a la vista, aunque igual de extraordinario. Su principal objetivo es salvar un trocito de mar de la devastación causada por la pesca de arrastre ilegal.

Es un museo submarino de esculturas, y se llama La Casa dei Pesci (La Casa de los Peces). Sus obras están situadas bajo el agua frente a la costa de Talamone, un pequeño pueblo de pescadores con vistas al mar, rodeado de playas y bosques de pinos rodenos, escogido por los viajeros en busca del contacto con la naturaleza.

Gracias a La Casa dei Pesci, Talamone se está convirtiendo en un ejemplo de conciencia sobre los peligros que amenazan al mar -desde la contaminación hasta la pesca excesiva- y de protección de los ecosistemas marinos.

Asimismo, es un destino para el turismo sostenible: este sugestivo museo atrae a muchos aficionados al buceo y la fotografía submarina, que viajan a Talamone para nadar entre sus piezas, parecidas a las ruinas sumergidas de una antigua civilización.

El origen

La Casa dei Pesci es una idea de Paolo Fanciulli, un pescador artesanal de Talamone, que lleva años luchando contra la pesca de arrastre cerca de la costa, extremadamente dañina para los ecosistemas, y por eso prohibida.

Fanciulli explica que hace tiempo los fondos cercanos a la costa estaban cubiertos de posidonia, una planta marina que produce oxígeno, protege la costa de la erosión y sirve de refugio a muchas especies de organismos marinos.

Empezando por los peces, que eligen las praderas formadas por esta planta para reproducirse y esconderse de los depredadores.

Además de las 39 obras de arte, La Casa dei Pesci consta de una barrera adicional de casi 800 bloques de hormigón.

Cien bloques fueron donados por una cantera de mármol de Carrara, el mismo en que Miguel Ángel talló su Moisés y La Piedad.

El objetivo de Fanciulli es ampliar el museo submarino llegando a cien obras de arte, y su proyecto ha tenido tanto éxito que varios artistas ya han donado nuevas esculturas.

Ahora, el creador de la Casa dei Pesci se encuentra inmerso en otra tarea: recaudar los fondos necesarios para bajar las piezas al mar.

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