“En un mundo de abundancia, es indignante que la gente siga sufriendo y muriendo de hambre”, dijo el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, durante su participación en la apertura de la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios +2 en Roma

El evento que inició el 24 de julio durará tres días. En ese lapso,   líderes mundiales buscarán determinar los logros alcanzados de los países que se comprometieron hace dos años a transformar los modelos existentes para la producción, distribución y comercialización de la comida.

Particularmente, en un mundo en el que 780 millones de personas sufren hambre; y la humanidad en su conjunto padece los efectos cada vez más desastrosos del cambio climático.

Debate sobre derecho a la alimentación

En el cónclave de alto nivel convocado por la ONU y hospedado por Italia participan unos 2000 representantes de 160 países y más de 20 jefes de Estado y de Gobierno, que debatirán sobre la urgencia de conseguir mejoras sustanciales en la producción de alimentos, la nutrición, el medio ambiente y las condiciones de vida de la población sin dejar a nadie atrás, como lo marca la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.

Al inaugurar la reunión, António Guterres afirmó que más que sobre sistemas alimentarios, la conferencia versa sobre personas necesitadas y sobre la necesidad de cumplir con uno de los derechos humanos más básicos: el derecho a la alimentación.

Despeñadero de hambruna aumentará

Tras declarar que los sistemas alimentarios mundiales están rotos y pasándole factura a miles de millones de personas pobres que no pueden comprar víveres o que no pueden permitirse dietas saludables con las consecuencias que esto tiene en la salud, advirtió que muchas comunidades están a punto de despeñarse hacia la inseguridad alimentaria o la hambruna, para sumarse a las que ya la viven.

Según la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), más de 3,100 millones de personas en el mundo, o el 42% de la población mundial, no pudieron permitirse una dieta saludable en 2021. De modo que si no se toman medidas inmediatas, para 2030 las personas con desnutrición crónica llegarían a 600 millones.

Crisis interconectadas limitan alimentación saludable

Guterres habló acerca de la interconexión existente entre las diferentes crisis mundiales. Lo cual da como resultado un sistema alimentario deficiente, en vista de que los países con altas deudas no tienen suficientes recursos para implementar sistemas alimentarios nutritivos.

Necesidad de alimentos sostenibles

“Mientras tanto, la producción, el envasado y el consumo de alimentos no sostenibles están alimentando la crisis climática; generando un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero; utilizando el 70% del agua dulce del mundo e impulsando la pérdida de biodiversidad a una escala épica”, recalcó, al destacar otra de las crisis planetarias.

Conflicto Rusia-Ucrania e iniciativa Mar Negro

En el plano político, Guterres se refirió al aplazo de la Iniciativa de granos del Mar Negro como otro elemento sombrío en el panorama mundial, que ya está generando un alza en los precios mundiales de los cereales.

Cabe mencionar, se trata de un acuerdo auspiciado por la ONU para abastecer a los mercados de alimentos y fertilizantes. En medio de la escasez mundial y el aumento de los precios, exacerbados por la guerra de Ucrania.

“Esto es especialmente devastador para los países vulnerables que luchan por alimentar a su gente. A medida que aumentan los precios de los alimentos, caen las esperanzas de los países en desarrollo. Rusia y Ucrania son esenciales para la seguridad alimentaria mundial”, apuntó.

Asimismo, recalcó que esas dos naciones surten el 30% de las exportaciones mundiales de trigo y cebada. Es decir, una quinta parte del maíz y más de la mitad del aceite de girasol.

El titular de la ONU instó a la comunidad internacional a permanecer unida para encontrar soluciones inmediatas en ese sentido.

Abundancia miserable y cambio climático

Guterres aseguró que en el mundo hay comida suficiente para todos, al igual que dinero para financiar sistemas alimentarios eficientes y sostenibles. Además, señaló, hay tecnologías agrícolas que pueden poner alimentos saludables al alcance de todas las personas.

Pese a que muchos países se están esforzando, aseveró que es imperativo actuar con urgencia en tres áreas clave. La primera de las cuales es invertir masivamente en sistemas alimentarios sostenibles, equitativos, saludables y resilientes.

Explicó que eso incluiría inversiones mayúsculas en adaptación y sistemas de alimentos, salud, agua, saneamiento y agricultura que puedan resistir los impactos del cambio climático, así como sistemas de alerta temprana.

Para el secretario de la ONU, es fundamental que tanto gobiernos como empresas pongan a las personas por encima de las ganancias. De ahí que exhortó a “mantener abiertos los mercados de alimentos y eliminar las barreras comerciales y las restricciones a la exportación”.

Asimismo, precisó la importancia de incorporar sistemas alimentarios sostenibles, que permitan reducir ola huella de carbono que producen el procesamiento, envasado y transporte de alimentos.

“Significa aprovechar las nuevas tecnologías para reducir el uso insostenible de la tierra, el agua y otros recursos en la producción de alimentos y la agricultura”, comentó.

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