martes, noviembre 11

La 30ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) comenzó oficialmente el 10 de noviembre en Belém, en el estado brasileño de Pará, marcando un hito histórico: por primera vez, la principal cumbre mundial sobre el clima se celebra en plena Amazonia, una región que simboliza tanto la urgencia como la esperanza en la lucha contra el calentamiento global.

Durante la ceremonia inaugural, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destacó que llevar la COP al corazón del bioma amazónico fue “una decisión política y simbólica” para mostrar que esta región “es parte de la solución climática, no solo un tema de debate”.

“La Amazonia no es una entidad abstracta, es hogar, economía, cultura, vida […]. Traer la COP al corazón de la Amazonia ha sido una tarea ardua, pero necesaria. Cuando se vayan de Belém, los delegados se irán con el compromiso de actuar, y la población de la ciudad conservará las inversiones en infraestructura que ha traído esta conferencia. Y el mundo podrá decir, por fin, que conoce la realidad de la Amazonia», dijo.

Tres ejes para la acción climática global

En su discurso, el mandatario delineó tres ejes de trabajo que, dijo, deberán orientar las negociaciones de la COP30:cumplir los compromisos climáticos asumidos, fortalecer la gobernanza global y colocar a las personas en el centro de la toma de decisiones.

Lula propuso también la creación de un Consejo Global del Clima vinculado a la Asamblea General de la ONU, con el fin de reforzar la coordinación y la responsabilidad política entre los países: “Necesitamos instituciones a la altura de la crisis que enfrentamos”, subrayó.

La “COP de la Implementación”

El presidente brasileño definió esta edición como la “COP de la Verdad” —para contrarrestar la desinformación y reivindicar la ciencia— y la “COP de la Implementación”, al enfocarse en transformar los compromisos en acciones concretas.

“Estamos yendo en la dirección correcta, pero a la velocidad equivocada”, advirtió Lula y enseguida recordó los recientes desastres climáticos en Brasil y el Caribe. “El cambio climático ya no es una amenaza futura, es una tragedia del presente […]. Es hora de infligir una nueva derrota a los negacionistas”, señaló.

El presidente de Brasil Lula da Silva destacó que llevar la COP al corazón del bioma amazónico fue una decisión política.

Brasil al frente de la década de la ejecución

El embajador André Corrêa do Lago, presidente de la COP30, coincidió en que esta conferencia debe ser recordada como “la COP de la acción”, el inicio de la década de la implementación del Acuerdo de París.

“Es el momento de integrar el clima, la economía y el desarrollo para crear empleo, reducir desigualdades y fortalecer la confianza entre las naciones”, expresó Corrêa do Lago, quien también destacó el esfuerzo colectivo que permitió realizar la conferencia en Belém. “La COP30 es fruto de un mutirão, una palabra brasileña que simboliza trabajar juntos”.

Por su parte, Simon Stiell, secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), destacó el papel de la COP30 como punto de inflexión en el proceso global.

Finalmente, el presidente de la COP29, Mukhtar Babayev, entregó el liderazgo del proceso climático mundial a Brasil, subrayando que el planeta entra en una nueva era de implementación y credibilidad.

“A partir de ahora, no hay más espacio para promesas sin acción. Esta es la década de la ejecución, de la solidaridad y de la credibilidad», comentó.

Con información de Nicole Angel/COP30.

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